Buceo submarino

Descubre la magia de las profundidades: el buceo submarino, un deporte a tu alcance.
Frédéric Conrod
Alguna vez te habrás puesto una máscara y unas aletas en la playa para curiosear y observar la vida submarina un instante, habrás nadado en la superficie sin alejarte mucho de la playa, pero te habrás quedado con la curiosidad de conocer lo que queda más allá de las olas, donde sólo se puede bajar con tanques y equipo adecuado. Sin embargo esta inmensidad te habrá dado algo de miedo porque no se supone que el ser humano se pueda introducir en una realidad acuática a metros debajo la superficie. Al mismo tiempo, no deja de ser un sueño que te parece inalcanzable.
El buceo es un deporte que implica riesgos, sin duda, pero que afortunadamente viene con una formación rigurosa y regulada antes de tener el derecho legal de hundirte y sentir tu cuerpo en ingravidez. Efectivamente, aparte de la sensación de paz y tranquilidad que te procura, el buceo es un deporte accesible a todas las edades y condiciones que te permite experimentar una sensación parecida a la que siempre te imaginaste de niño cuando querías volar y despegar del suelo.
Hablando claro y con una visión de adulto, la mayoría de los residentes de la Florida del Sur desconocen el mar debajo de su superficie, y hasta le tienen un miedo irracional basado en una falsa claustrofobia o leyendas urbanas sobre la presencia de los tiburones en sus aguas costeras. Es cierto que existen estos animales en gran cantidad en nuestras aguas cálidas, y a lo largo de nuestros arrecifes, pero no hacen más que participar en una cadena alimentaria a la cual sencillamente no pertenecemos.
Y, por otra parte, el buceo te procura una sensación de liberación y de apertura que nada tienen que ver con sentirse oprimido.
Aprender a bucear es una meta que te puede enseñar más que unas capacidades de calculación y de movimiento: te abre la puerta a un ecosistema radicalmente diferente a todos los que has podido conocer en tu vida. También te ayuda a desarrollar unos reflejos que te sirven en tu vida diaria para relativizar las emergencias de las situaciones. En adición, es un deporte que crea un nexo único entre la gente que bucea juntos, puesto que la única forma de comunicación bajo la superficie se limita a señales y miradas profundas entre buzos. En este sentido, te hace volver a un estado casi pre-histórico, o mejor dicho, pre- lingüístico.
Alejandro Castillo, técnico dental colombiano residente de Boca Raton, 33 años, empezó a bucear hace cinco años y se sacó la certificación de “Open Water Diver” de PADI para poder bajar a unos 20 metros. Desde entonces, ha viajado a Belize, la costa mediterránea de España y Puerto Rico para seguir explorando arrecifes de otras partes del planeta.
Desde su punto de vista, “el buceo es un deporte que trasforma radicalmente tu forma de percibir tu cuerpo, que combina muy bien con otras actividades como el yoga y la meditación, y que te sirve a calmarte en situaciones difíciles, o concentrarte para estudiar.”
Emilio Romero, periodista argentino de 40 años residente de la ciudad de Nueva York, empezó recién con el primer grado de certificación y se recuerda que “estudiar para el examen teórico y empezar a conocer nuevas reacciones tuyas en el agua en paralelo es una experiencia de aprendizaje incomparable. Las formaciones son muy completas y serias, los instructores muy simpáticos, y el mundo del buceo está lleno de personas interesantes y positivas.”
Puede ser también que existan prejuicios sobre el submarinismo como deporte caro, de hombres únicamente, reservado a los turistas o a los nativos de la región. Pero la verdad es que muchos hispano-hablantes, dentro de los cuales se encuentran muchas mujeres, viajan a nuestras costas para descubrir los terceros arrecifes más bonitos del mundo. Los centros de buceo de la costa, desde Miami hasta Vero Beach, proponen cursos de iniciación y formación al buceo en español que empiezan con teoría y sesiones de práctica en piscina. Por ejemplo, Alec Hutchinson, joven instructor de submarinismo que se formó parcialmente en Costa Rica y trabaja ahora en el centro Force-E de Boca Raton, ofrece un curso de certificación PADI completamente en español que suele durar entre cinco días y una semana.
La ventaja de vivir aquí en el sur de la Florida es que se puede completar la formación tomándose el tiempo necesario e incluirlo fácilmente en un horario complicado.
Para obtener más información sobre tu posible futuro en los fondos submarinos, contacta el centro de buceo más cercano a tu casa en la página web de PADI (www.padi.com).
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